Calle Melancolía...

Según el diccionario de la Real Academia Española, la melancolía

(Del lat melancholía, y este del gr. μελαγχολία bilis negra)

1. f. Tristeza vaga, profunda sosegada y permanente nacida de causas físicas o morales, que hacen que no encuentre quien la padece gusto ni diversión en nada.
2. f. Med. Monomanía en que dominan las afecciones morales tristes.

3. ant. Bilis negra o atrabilis…

No sé cuales de estas definiciones va más con mi personalidad, soy de esas personas que navegan entre las olas de las emociones contradictorias, puedo amanecer con las campanas al aire y el entusiasmo al tope, pero en algún momento del día, me ataca ese virus, del que no me salvo, y me invade el sentimiento de añoranza, y quiero esconderme del mundo porque me parece aburrido, o simplemente me aterroriza saber que estoy aquí…y vienen las horas contagiadas con mi abulia, con mi letargo, con mi parsimonia… aunque tenga el día ocupado con múltiples deberes que deben mantenerme despierta, aún así siento que camino al abismo… y entonces la chispa otra vez, una semilla de ilusión, una mirada al espejo, y una sentencia de que debo encontrar entre tantas sombras mi sentido auténtico para seguir andando, y vuelvo a ponerme en marcha, aunque sienta el latido de la nostalgia que parece mi segunda piel. Me he acostumbrado a mis barrancos, a mis huidas, empiezo a aceptarme así, tan compleja, con marañas, con tropiezos, sé que a muchos les parece un defecto enorme, pero no puedo engañarme con la sonrisilla falsa, y tampoco niego que sigo deleitándome con el olor del café, las nubes blancas, y el cielo estrellado… y por supuesto esa canción de Sabina, que tanto me dice y que tanto me llena… vivo en el número siete, calle melancolía, quiero mudarme hace años, al barrio de la alegría, pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía, en la escalera me siento a silbar mi melodía…

Ixchel.