jueves, abril 28, 2005

Carta al amor!

De pronto, tu pensamiento derramado en letras surca, como ave, mi espíritu; tatuando de ti, mi ser guarda tu presencia, aunque sea cibernética... Tu palabra, entrelazada en la mía es como un tibio abrazo que me cobija este descobijo que ha dejado tu ausencia. La verdad es que te echo mucho de menos, aunque me emociona y anima tu constante encuentro con la incertidumbre y a cada rato y de vez en vez y de vez en cuando lo desconocido se vuelve cotidiano, mágico... “Se vuelve mágico” (algo te recuerda, a Violeta Parra y Mercedes Sosa: “Gracias a la vida que me ha dado tanto... Me ha dado dos luceros que cuando los abro, de pronto distingo lo negro del blanco y en las multitudes al hombre que yo amo... Y en las multitudes al hombre que yo amo).
Qué se puede predecir ¿el amor? ¿la vida? ¿la muerte? Sólo el vuelo alto de quien se atreve a mirar otro mundo diferente al que se muestra ante nuestros ojos, que pocas veces se desnudan para ver lo que generalmente permanece oculto a la vista de todas las miradas azuzadas. Me alegra tanto que de pronto entre la soledad, la nostalgia, tus ojos se pueblen de imágenes nuevas jamás vistas y ahora registradas en tu archivo visual, auditivo, gráfico, discursivo, etc. etc. etc.
Cuántas sorpresas y desencuentros más deberemos de sobrevivir para vivir la vida... Ha valido la pena andar, caminar, correr el riesgo... La piel es un constante pergamino en que se escribe nuestra historia y a ratos uno da lectura repasando cicatrices, tatuajes, lunares, y descifrando la constelación de vellosidades que bien han atestiguado nuestra entrega en la cama, en la aventura, en el desencuentro, en la distancia... en la cercanía.
Somos mujeres de “entrega inmediata” cuando se trata de abrir los poros, para exhalar la respiración del otro. Llenarse de una vida ajena en un oleaje de exhalaciones e inhalaciones. Ser y crecer al tiempo en que el otro se deja sumar y acrecentar con nosotras... Mujeres que no piden nada y quieren todo...
Así somos, las medias lunas solo nos interesan como paisaje o pintura; desfogue o aventura. Pero, no es cierto; también queremos certidumbres, el apapacho constante y novedoso. La sonrisa al despertar y la caricia al dormir... Me reconozco frágil amatoriamente sintiendo. Sensible a lo que se me brinda e intuitiva al brindarme...
.
Claro que nos magulla no sabernos únicas, indispensables... Nos equivocamos cuando decimos que no queremos “lo serio” en la relación de pareja. Dice Saramago que hasta la mujer más feminista, en su interior tiene el deseo de tener una pareja a quien atender y disfrutar que la atienda con delicadeza, amabilidad, detalle... A veces nos peleamos mucho con lo que queremos y la forma en cómo deseamos que se nos presente la vida. Me he dado tantos golpes en la frente, y aun sonrío. Sonrío porque también en el error vivo intensamente.
El “horror al vacío” es una constante atracción por lo que “concientemente” no queremos... Es un gozo y un espanto por lo que deseamos y nos da miedo... Es la vida y la muerte a pedazos... La muerte en vida y la vida que muere... Es este el vértigo que me desmaya y aflige con tanto arrebato. Es esta tentación sacrílega la que llena mis sueños de sueños despiertos... Es esta incertidumbre a la certidumbre de vivir lo incierto... Es esta la enfermedad que tanto me impone y me lleva a la cama.
¿Te das cuenta? De pronto hemos crecido más de lo que nos canta el espejo... A veces me desconozco en mis querencias y repulsiones veinteañeras. A veces la adolescencia no me traiciona y a veces la vejez se me adelanta... ¡Está cabrón! Somos de pronto como nínfulas y ninfas perseguidas por faunos. Otra vez, la atracción hacia fuera de lo ordinario; aunque nos cueste un pedazo de querencia y amor propio; aunque la piel de pronto quede como hilacho... Hasta, hasta que fatigadas imploremos “no más” deseando que aun no acabe... Qué loco sueño, no. Es como un sueño del que deseas despertar, pero también conocer qué continua, que sigue, cómo acaba... Somos personajes de nuestros propios cuentos y relatos. Somos una pajita que se mece en el viento; raíces en la tierra. Somos cielo y mar. Arena caliente y pasto mojado... Fuego húmedo, fragante...
Quién nos quiere, quién nos aguanta, quién se atreve a amar y sumarse... ¿Es tan difícil que nuestra cabellera repose sin temor en una cama cómplice a la “aventura”? ¿Por qué los cielos de pronto ennegrecen? Somos luz que a veces no alcanza a desvanecer las oscuras actitudes de quien se dice juega también a lo nuevo, perverso, diferente, intenso... A veces el juego no es juego y nos jodemos tanto la vida en el desengaño, en el desencanto... Somos un vaivén de intenciones y sentimientos... A veces nos ofrecemos enteras y a veces nos damos nada... Somos crueles también, y permitimos que nos traten con crueldad el ego... Reímos tarde, pocas veces a tiempo cuando nos faltan a la vanidad. Somos mueca. Burla también de la vida desgraciada que pretende dejarnos sin nada. Nada. Nadamos entre nuestras propias querencias y contradicciones. Así somos. Intensas. Amables. Desconfiadas. Entregadas. Despechadas, sí, a veces lo somos. ¿Pero estas somos! Brindemos por ello. Sonriamos. Lloremos y, luego, alivianémonos y volvamos a la risa loca y a la sonrisa franca. Desahoguemos nuestros sueños y naveguemos en la barca de la aventura; sí, otra vez. ¡A la humedad! En algún puerto coincidiremos y platicaremos ya, de lo que tu piel dice y cuenta más que tu palabra...
Os quiero, y os quiero así intensa con todo el vacío que implica... Y si de vacío de pronto hablamos, te comparto estos vacíos que han quedado escritos en las hojas pergamino de mi piel... Ojo, no es poesía, he.
Mato el tiempo/ tiempo muerto/ el de la espera./ No espero nada/ y quiero todo/ Todo quiero./Todo./ Y me das...
A la distancia /tu ausencia me duele en un suspiro. /Miro el pasado /y lloro un presente /sin lágrimas. /El tiempo transcurre /y mis ganas /siguen recorriendo este cuerpo aun caliente./ Tibio. /¿Frío? /Encontrarte/ y reencontrarte en mis sueños despiertos/ no me da alivio.
La noche te respira/ y tu respiración/ es un canto de grillos./ Tus persianas/ sueñan arena caliente,/ quisieran tus manos/ bañarse en el bajo vientre./ La noche sonríe/ al amanecer/ que canta colores...
Ixchel

1 Comments:

Blogger Ma®ía Pastora

Gracias por tu visita en e-dentidad...
Y, bueno, tu compatriota volvió, nos conoceremos en junio, ¡viva el amor!

¡Un gran abrazo!

29/4/05 12:49 a.m.  

Publicar un comentario

<< Home

Estadisticas y contadores web gratis
cursos online