Las Letras..

A veces hacen falta letras, porque el silencio es como irse muriendo de a poco; los fugaces instantes de felicidad casi siempre son recuerdos, y es el dolor de lo que no está lo que permanece; el vértigo de la nada, de lo inasible nos tumba y nos eleva.

Nada de lo que hacemos nos cura, porque la satisfacción es una palabra que carece de significado concreto en nuestros hechos, hemos caminado lo que otros recorrieron, sabiendo de antemano que nos llevará a ninguna parte, andamos los mismos caminos, transformados en su forma pero leales a su esencia.

Y entonces, nos inventamos pretextos para renacer, creamos fantasmas para justificar el miedo, y las horas se van consumiendo en el “deber ser”, así institucionalizamos nuestra abulia porque no soportaríamos la contemplación.

No sabemos que hacer con el tiempo, crecemos con el sentimiento de no pertenencia que nos agota, y así rendidos morimos, agobiados de las quimeras, de las invenciones, de nuestra nula capacidad de transformación.

Entonces fingimos, y en nuestros actos siempre hay una gota de melancolía aunque luchemos por esa sonrisa que al final siempre es una falsa alarma.

Y los motivos los buscamos en los escombros de lo que nos dejaron, rebuscamos en la savia de todo lo construido, en los restos de los sueños de los otros, los que creyeron también que había futuro…

Ixchel