domingo, abril 10, 2005

Border Patrol


Las fronteras han causado resquemor a algunas personas, no quieren hablar de límites y líneas divisorias; les parece un crimen y una osadía que “invadan” cual guerreros troyanos su tan maravilloso territorio americano, europeo o cualesquiera que sea.

En México es tan común conocer historias de alguien que se fue “al otro lado” que brincó el charquito, buscando sobrevivir, miles de paisanos cruzan todos los días, sin importar si llueve o el calor del desierto puede matarlos; campesinos, citadinos, con estudios o sin ellos, persiguen el mismo sueño.

Turcos que van a Alemania, Marroquíes que huyen a España, Chinos que... bueno ellos están en todas partes!. Nómadas modernos que buscan tierra fértil, y que pasan de todo, y es sorprendente su capacidad y su fuerza para continuar, a pesar de tener puntos en contra como el idioma, el clima, las costumbres, la comida, los xenofóbicos, etc.

Justo escuché en la radio un comentario para medir la capacidad de compra en algunos países de América Latina y Asia, ¿cuánto tiempo se necesita trabajar para comprarse una hamburguesa en Burger King o en Mac´donals?, 17min en USA, 89min en Argentina, 67min en Venezuela, 53min en México, 23 en la India!, y 25min en China.

Ummhhh, ¿qué estamos haciendo mal?, mis amigos economistas con sus teorías de la “mano invisible”, David Ricardo, y el neoliberalismo, no terminan de explicarme concretamente, ¿en qué estamos fallando?, ¿fuerza de trabajo? Nos sobra!, ¿inversiones?, somos uno de los países con más tratados de libre comercio en el mundo, ya hasta Japón es nuestro socio. ¿Acaso es que hay dinero, pero se lo reparten unos cuántos?, ¿no tenemos buenos administradores?, ¿ nos falló el modelo económico?, no me digan que hay que regresar al comunismo, en ese caso nos vamos hasta el trueque o el feudalismo...y a mis amigos economistas no los entiendo, por más que incitó a mi neurona a la sinapsis... mmhh.
¿son los malos políticos? mhhh, me no entender

Estoy confundida y triste, porque mis paisanos siguen cruzando la frontera, y los siguen matando, mientras los otros ondean la bandera de la libertad; no empiecen a decirme antiyanqui, no hace falta!, pero como dirían por ahí ¿qué hacemos con los muertos? O mejor dicho que hacemos con los vivos del mundo que siguen persiguiendo un sueño muy caro.

¡Ay Borges!, creo que sí, estamos muertos y esto es el infierno, yo no me quejo, no he tocado fondo, ni el último nivel de Dante, soy optimista, siempre me digo podría ser peor.
Ixchel

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