El valor de elegir Parte I

El valor de elegir

Un filósofo español, bastante conocido por Ética para Amador, nos habla en su libro “El Valor de Elegir” acerca de la libertad humana, de lo que llamamos el libre albedrío, es un ensayo interesante, así que me gustaría compartir con ustedes algunos de los puntos que presenta.

“Actuar no es sólo ponerse en movimiento para satisfacer un instinto, sino llevar a cabo un proyecto que trasciende lo instintivo hasta volverlo irreconocible o suplir su carencia.”

Las pautas vegetativas y los instintos son programas, las rosas y las panteras están “programadas” para ser lo que son, hacer lo que hacen y vivir como viven. Los seres humanos estamos programados también, pero no así nuestra capacidad simbólica (de la que dependen nuestras acciones). Digamos que los seres humanos estamos programados en cuanto a “seres”, pero no en cuanto “humanos”

Los seres humanos tenemos un órgano máximamente desarrollado y con múltiples prestaciones muy sofisticadas: el cerebro. Aunque mal dotados en lo que respecta a pautas de conducta instintivamente codificadas y en la adecuación a un medio ambiente concreto, estamos provistos del instrumento más apto para improvisar e inventar urgencias de lo real. El cerebro es el órgano específico de la acción, conoce, delibera, valora y decide.

El ser humano, desde su imprecisión, comete constantes errores pero aprende de ellos y va corrigiendo permanentemente sus derroteros vitales. Por que la otra función del cerebro es almacenar la información adquirida a partir de la experiencia, codificarla en símbolos abstractos y transmitirla por medio del lenguaje.

La vida humana perpetúa el rasgo característico de la infancia: el aprendizaje, la educación permanente. No estamos determinados a vivir en ningún paisaje ni en ningún clima, pero sí a convivir con semejantes que nos enseñen y ayuden

El medio ambiente natural específico de los seres humanos es la sociedad.

“Te puse en el centro del mundo, para que descubrieras mejor todo lo que hay en él. No te he hecho ni celeste ni terrestre, ni mortal ni inmortal, para que tú mismo, libre y soberano artífice, te plasmaras y esculpieras en la forma por ti elegida" continuará....